25 de abril de 2007

La gordita Judith asesinada hoy 23 de abril de 2007

Que todos los girasoles del mundo
te acompañen por siempre
y para siempre

Ha llovido todo el día en Medellín y su área metropolitana desde que mataron a Judith Vergara, en el barrio el pesebre, allí donde empieza la adolorida y dolorosa comuna 13.

Hasta El cielo llora cuando alguien tan líder es asesinado, el día del idioma es una fecha de mierda, cuando los disparos silencian la vida, callan infinitamente la palabra.

Solo tenía 32 años, un liderazgo innato, una sonrisa permanente, una cara hermosa, siempre a carcajadas, cuando la veíamos dejarse llevar por el mar en Cartagena en el foro social mundial, o en Cali buscando salsa un lunes perezoso o en mi casa siempre reclamándome que no tenía buena música.

Se reía como boba con Emerio Torres, el comunicador de redepaz, con él y con Bibiana pasaron horas eternas de viajes por este país y por esta región, con el mismo cuento de la paz, de los sueños, de la lúdica, hilando y desbaratando proyectos.

En la ONG de Corpades hizo de todo con los jóvenes y los niños
En Redepaz asistió a varios procesos, hizo parte del equipo de jóvenes constructores y constructoras de paz, que promovió el desarme y ella que lo impulso por medio de miles de encuentros y actividades lúdicas, fue muerta a bala en un bus, ahí cerca al barrio la Iguaná.

Estuvo animando los procesos constituyentes, participó activamente en el COCOCO, coordinación de constituyentes de Colombia.

En su barrio era la presidenta de la junta de acción comunal, era la doliente del barrio el pesebre, allí peleaba por los derechos de la comunidad, por los derechos de los jóvenes, por el presente y el futuro.

Nunca la recuerdo de mal genio o trabajando con desgano, siempre activa y siempre altiva.

Le hicieron dejar su proyecto de vida, se lo interrumpieron a balazos, quería terminar de criar sus cuatro hijos, ser presidenta de una junta administradora local, avanzar en sus proyectos juveniles, promover un programa de prevención del reclutamiento, seguir acompañando la organización de victimas.

Quería seguir caminando con sus amigos y amigas sintiendo la vida en su absoluta simplicidad y cotidianidad, así como es la vida, así como ella era: grande, simple y cotidiana.

Nos deja solos, en un país de odios, de polarizaciones, de rencores, de tanta incertidumbre, del no saber que camino tomar.

Sigue cayendo la lluvia, el cielo no deja de llorar y sigue siendo 23 de abril del 2007, hace apenas 14 horas la mataron, su cuerpo esta en su barrio, en la comunidad a la que le dio su vida, su alma vive ya en la dimensión del perfecto amor.

Con el cariño de siempre
Carlos Iván Lopera
Redepaz