24 de agosto de 2007

Minicrónica sobre lanzamiento del libro Amazonía entre Sombras

A quienes estuvieron
A quienes desearon estar

Un día después del lanzamiento del libro, mientras pasaba mi gauyabo, resaca o cruda de no sé cuántos aguardientes y una noche mágica, recibí la llamada de una amiga de Madrid. Estaba muy enojada porque no la invité. ¿Hubiese venido hasta Bogotá? Se enteró por una nota en la sección cultural de un periódico con los créditos de la Agencia EFE.

Pasada su molestia le hice una minicrónica. Si, la velada cultural resultó ser novedosa, entrañable y solidaria.

La pianista, los percusionistas, los danzantes de teatro, los declamadores que sacaban sorpresivamente sus vozarrones desde cualquier rincón del amplio salón del Vejo Almacen Bar de tangos, el técnico que dejó ver fotografías que daban cuenta de un largo pasado y la joven actriz que desnuda con América en el vientre apareció con el libro en el escenario después de que retumbaran las voces del silencio entre tambores y darbukas mientras quedámos en la oscuridad. La música paró y en una gran pantalla apareció la portada del libro, Mujer tierra, obra de la joven pintora, Manuela Calleguerrero.
Sentimiento de amistad, de amor y de nostalgia.
La vieja guardia de aquellos tiempos de fervorosa militancia, nuevos amigos y amigas sin importar el credo político o cargo -muy excluyente aún, credo y cargo-, jóvenes estudiantes, periodistas y mi extensa familia con mi madre al frente, pusieron calor y más calor a una fría noche bogotana, en La Candelaria, frente al cerro y en pleno centro de la capital de mi querido y loco país: Colombia.
Gracias, gracias a quienes asistieron
Gracias a quienes quisieron asistir

Fabiola