27 de junio de 2006

Un perro en verano

Llegó el verano y con él, soportar estos 40 grados y más en muchos lugares de España. ¿Cuántos veranos he pasado contigo? ¿Cuántos cuidando la casa? Cuántos dando compañía a los chicos Adrián y José? Aún recuerdo una de tus crisis: llegabas desesperado a cualquier hora, mientras tanto yo esperaba mi comida y salida al parque. Quizá sea esa la razón por la que me pongo nervioso cuando no cierras sino que tiras la puerta.
Hace dos años querías marcharte con tu mujer –ella me quiere y ahora comprendo por qué se marchó de casa- a no sé dónde y hablaste con varios amigos tuyos para regalarme. Hasta ahí, lo puedo entender, pero que hoy estés en vías de tomar la decisión de abandonarme porque estoy viejo, porque te quieres marchar con tu nueva familia en verano, porque no te alcanza el dinero para pagarme una guardería, no lo comprendo.
Cuando veo la televisión contigo, te observo como a una persona sensible, pero me parece que estoy equivocado. Nunca sabrás todo lo que me pregunto y respondo mientras estoy en mi espacio. La verdad, eres un tipo agresivo, que ni yo siendo perro.
Gritas en casa, mandas aquí y allá, hasta pareces un dictador. Mira, no voy a hacerte un diagnóstico de tu estado mental, pero por favor, no me tires a la calle, merezco recibir lo que te he dado, además, ¿qué ejemplo darás a tus hijos? Por qué, claro, ellos lo sabrán.
En fin, por lo pronto sigo siendo tu perro y por ahora no tengo opción.
Piénsalo. Sigo siendo perro fiel que aunque a veces me das miedo te tengo cariño. ¿Será que alguien a mi edad me recibe en adopción? ¿Lo has pensado?

Piscuilo
Perro canela, Labrador, con residencia en el barrio Salamanca

No hay comentarios: