24 de abril de 2006

Amigas, desde la distancia


Un saludo desde la tierra de las esmeraldas, el café, el oro, de las aguas corrientosas y dulces y dueña de dos mares; desde las montañas andinas.
Me alegró la noticia de la aprobación del parlamento español del matrimonios entre homosexuales. ¡Brindo por ello! por ustedes y por sus hijos. Lo hago con aguardiente de caña. Espero la invitación para la boda.
Mi llegada a este locombia fue una maravilla. El recibimiento fue espectacular: Toda la comisión de recepción en Cali, la casa llena de rosas de todos los colores incluido el morado lila (detalle de Manuel, según dice, el último romántico), de comida: un plato con un enorme pescado de río, mojarra y, para concluir la velada aparecieron como por encanto dos guitarras y un tiple con tres voces: "A mi deme un aguardiente, un aguardiente de caña, de las cañas de mi tierra ....y el anis de mis montañañas/... ay que orgulloso me siento de haber nacido en mi pueblo....."
Al día siguiente a trabajar. Ya tenía una reunión con el instituto de investiagcion de la Universidad.
Estoy "moderadamente optimista". Tengo la impresión que los dioses me acomapañan y las diosas me asisten.
El lunes me voy para Santa Marta a visitar al viejo, además es un pretexto para descansar.
Para concluir mis queridas, mi vida sigue en el conflicto del aqui y el alla, entre el deseo y la necesidad, entre los afectos y la locura. En el conflicto de querer caminar mis valles y montañas pero el paisaje está secuestrado.
Pronto regresaré a New York para retomar mi trabajo. ¿Vendrán a visitarme?
Besos
Lucinda

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